Esta almeja puede ser llamada de muchas maneras, concha fina, almejón de sangre por los colores rojizos de su interior, almeja de Málaga ya que allí se consume mucho, pero es muy frecuente verla en toda la cocina mediterranea.
Su tamaño es algo que a simple vista nos sorprende, igual que el color y lo brillante de su caparazón.
Se encuentra en las costas mediterraneas, a unos 200 metros de profundidad.
Aquí la apreciamos bien con respecto a una almeja marinera y no solo su diferencia es exterior, cuando la abrimos nos sorprende en su interior, sus colores y su carne.
Las tuve ambas en agua y sal para que soltasen la arena que pudiesen contener, pero eso no creo que haga falta en la concha fina, ya que hay que limpiarla como os indico más adelante.
Para esta ocasión sigo contando con la calidad de PESCADOS CORONA.
Los encontramos en el Mercado Central de Alicante, en el puesto 189.
Esta es su web: http://www.pescadoscorona.com/
Mandando un mail con nuestros datos, nombre, telf. y dirección nos mandan el usuario y clave para poder entrar, a mirar y si ese día nos apetece comprar, con toda comodidad.
Reparto a domicilio con Seur frio o nuestro reparto propio:
- Primer turno: Si realiza su pedido antes de las 09:45 lo recibirá en su casa antes de la 13:30 horas.
- Segundo turno: Si realiza su pedido antes de las 12:45 lo recibirá en su casa antes de las 16:30 horas.
Formas de pago:
- Se paga cuando recibes la mercancía en casa o la recoges en el puesto del mercado.
- Puedes pagar con tarjeta de crédito, tanto en tu casa, trabajo o en el mismo puesto.
COMPRANDO EN EL PEQUEÑO COMERCIO NOS AYUDAMOS TODOS.
Para abrirlas, ya que las vamos a comer al natural, como las ostras hay que coger un paño y apoyarla en el, y con la punta del cuchillo clavarlo en la ranura que separa las dos conchas, no es fácil ya os lo digo, se aprieta y hay que forzar un poco, pero hay que pasarle el cuchillo por toda la ranura para se abra del todo.
Una vez abierta nos sorprende lo bonita que es y el colorido que tiene.
Una vez abierta, le pasamos un cuchillo por toda la carne que hay pegada a la concha, separándola con cuidado de no estropearla.
Vemos que se hace con facilidad.
Cuando hemos despegado esa carne de la concha, descubrimos un telo marrón, este hay que quitarlo.
También una bolsa marrón que hay pequeña pero que solo contiene arena y algún resto de comida.
Si lo dejásemos nos haría incomible la carne de la almeja por que la arena se desparrama por el resto.
Una vez limpia y en este caso, ya solo falta disponerlas sobre un plato, con hielo si las queremos comer frías y limón.
Una carne prieta y deliciosa, así en crudo es como mejor apreciamos su sabor, pero en otras recetas veremos otros usos que le podemos dar a esta concha fina.
Creo que con solo ver las fotos ya dan ganas de comerlas, ¿verdad?.
Las conchas se pueden guardar, solo hay que lavarlas bien después de comerlas.
Espero que esta entrada os haya ayudado a conocer este producto tan bonito y tan rico.
No dejéis de probarlas si tenéis la oportunidad.