sábado, 6 de junio de 2020

Brioche o bollo de piña.


Veréis en mi blog varios tipos de brioche, con más o menos huevos y con distintas formas y nombres.
Normalmente llevan muy poca azúcar, cada vez le añado menos y es así como me gustan pero eso no quiere decir que no añadaís más vosotros, de todas maneras es un tipo de bollo poco dulce para poder rellenar de mermeladas, natas montadas, mojar en chocolate, etc... todo a nuestro gusto.

Este brioche o bollo tiene un ligero sabor a piña, le podemos añadir un poco saborizante pero yo lo prefiero así o un poco más de piña picada, la que yo le he puesto se ha desintegrado en la masa por el calor, la próxima vez haré los trocitos un poco más grandes pero no quería que por el peso me bajase la masa, prefiero poner una buena rodaja en el plato acompañando al trozo que me vaya a comer.

La receta se la he visto a María Cosbel, tiene un blog y una fotografía que me encanta, no dejéis de visitarla. 
He hecho la receta  tal cual la ha hecho ella, solo añadiendo una chispa más de harina, pero es lógico, no todas las harinas absorben igual el líquido.

INREDIENTES:

  • 550 gramos de harina de fuerza.
  • 50 gramos de maicena o harina de maiz, de la marca que soláis usar.
  • 3 huevos medianos.
  • 6 gramos de sal.
  • 80 gramos de azúcar.
  • 20 gramos de levadura fresca.
  • 70 gramos de mantequilla fría partida en cubitos.
  • 150 ml de zumo de piña en almibar o natural.
  • 1 rodaja de piña cortada pequeña.
  • Ralladura de una naranja o un limón.
  • Una cucharadita de vainilla, al gusto, en pasta, líquido , la cantidad como más os guste, yo prefiero no pasarme.
  • Un poco de leche para pintarlos cuando los vayamos a hornear.
Glaseado:
  • 15 gramos de mantequilla en pomada.
  • 80 gramos de miel.

ELABORACIÓN:

Mezclar en la batidora, no hace falta blanquear, los huevos, el zumo de piña, la piña cortada a trozos, la levadura desmenuzada, el azúcar, la ralladura de naranja o limón y  la vainilla.


Se mezcla un poco, no hace falta montar los huevos.


Añadimos las harinas y la sal.


Amasamos  durante 10 minutos, que no os parezca mucho tiempo, los brioches para que queden esponjosos necesitas un buen tiempo de amasado, así se desarrolla el gluten.

A los 10 minutos añadimos la mantequilla y seguimos amasando de 5 a 8 o 10 minutos más.
En mi caso he tenido que añadir una cucharada rasa de harina de fuerza, como véis en la foto no se despegaba bien la masa del bol, pero no añadir más, mejor a pocos, no tenemos que pasarnos tampoco sino nos quedará un mazacote al hornear.


Así debe quedar la masa, brillante, elástica, que se despega de las paredes y si la estiráis un poco con los dedos quedará una membrana casi transparente.


Pasamos la masa a la encimera, le damos un poco de forma y la ponemos en un bol untado con un poco de aceite de oliva, tapamos y dejamos que leve hasta que duplique o triplique el volumen.


Ya tenemos la masa levada, preparamos el recipiente donde vamos a hornearla, yo le he puesto un poco de papel de aluminio porque está un poco oxidado el molde y encima papel de hornear mojado 
( lo mojamos bajo el grifo y escurrimos, no pasa nada, no se rompe), bien ajustado al molde.


 Pasamos la masa a la mesa con un poco de harina y lo desgasificamos.


Ya veis que cantidad de burbujas de aire tiene. 
Cogemos de un lado y lo doblamos al centro, así varias veces, desgasificamos y plegamos.


Hacemos bolas de 70 a 75 gramos cada una, os pueden parecer pequeñas pero luego entre el levado y el horneado crecerán mucho.
Si le ponéis un poco de harina a la mesa de trabajo se os quedará más bonita la forma de las bolas, yo no lo he hecho.
Una vez puestas en el molde dejamos levar de nuevo en el horno apagado por ejemplo.
Depende de la temperatura de la cocina tardará más o menos, sobre una hora a dos.


Ya las tenemos levadas.

Las pintamos con la leche y metemos al horno a 200 grados.
María nos dice unos 20 minutos, pero va a depender del horno, a mi se me quedaron un poco demasiado tostadas.
La próxima haré como siempre , pondré la rejilla del horno casi arriba y con una hoja de papel de horno para poder controlar mejor el color de la masa.
Las mías se hornearon en 15 minutos. Cada horno es un mundo.


Mientras se hornean hacemos la mezcla de mantequilla y miel.


Nada más sacar los brioche del horno con una brocha los pincelamos muy bien con la mezcla de mantequilla y miel.
Se derretirán por encima de los brioche y quedarán brillantes y preciosos, además del gusto tan fantástico que les da.


A pesar de estar un poco más tostados de lo que me gustaría se ven preciosos, no os parece?



Así han quedado, tiernos, esponjosos, con ese glaseado.....deliciosos,  os lo aseguro.



Acompañarlos de una rodaja de piña o chocolate o solos, os aseguro que os van a encantar.















































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