Este mes en desafío en la cocina nos proponía Carolina una tarta selva negra, como quisiésemos , en formato tarta, vasito, brazo de gitano,et... yo he escogido la tarta pero no me ha quedado lo bonita que quisiera, eso si, buena estaba un rato.
Aquí os dejo con un paso a paso la receta, con un poco más de tranquilidad hubiese quedado mejor pero bueno...
BIZCOCHO GENOVÉS:
- 4 huevos temperatura ambiente.
- 120 gramos de azúcar blanquilla.
- 4 gramos de sal fina.
- 100 gramos de harina floja.
- 20 gramos de cacao en polvo.
- Molde de 20 cm redondo o de cake pequeño.
- Una hoja de papel parafinado.
CEREZAS EN ALMÍBAR:
- 365 - 370 gramos de cerezas congeladas. ( las que me quedaban de la última temporada) o cerezas frescas.
- 50 ml de kIrsch u otro licor ( optativo)
- 150 gramos de azúcar.
- 100 ml de agua.
- 2 semillas de cardamomo
NATA MONTADA:
- 500 ml de nata con un 35% de materia grasa.
- Dos cucharadas colmadas de queso de untar sin sabor.
- 100 gramos de azúcar pero esto a gustos, depende de lo golosos que seáis.
Sacamos las cerezas del congelador, les damos un agua para quitarles un poco de escarcha y las ponemos en un bol sin quitarles en mi caso ni los rabitos ni los huesos, así las que queden enteras con los rabitos los usaré para adornar, si queda alguna.
Pesamos el azúcar y lo añadimos al bol.
Añadimos también el kirsch y el agua y dejamos macerar una media hora o más si tenéis más tiempo que yo.
Le quitamos la cáscara a las semillas de cardamomo, las machacamos en un mortero y las agregamos.
Ya se ha deshecho el azúcar con los líquidos, lo ponemos todo en una olla pequeña y dejamos que se haga un almíbar a fuego bajo, no queremos que se nos rompan las cerezas y que suelten todo el jugo posible.
Ya las tenemos blanditas, con unos quince minutos hemos tenido suficiente, no quería hacer una mermelada.
Una vez frías, las colamos reservando aparte las que han quedado con el rabito y el resto deshuesamos con ayuda de una pajita o el palo de una brocheta.
Reservamos también el almibar, por supuesto.
NATA MONTADA:
Con el bol bien limpio echamos la nata bien fría, cuanto más fría mejor.
Añadimos las cucharadas de queso que ayudarán a que no se nos baje, quede firme y nos dure en la nevera si fuese el caso algunos días, y por último el azúcar.
Batimos a velocidad fuerte hasta que la nata quede perfectamente montada, una vez hecha reservamos guardada en la nevera.
ELABORACIÓN DEL BIZCOCHO GENOVÉS:
Precalentamos el horno a 170 grados.
En el bol ponemos los huevos con el azúcar.
La importante en este bizcocho es el tiempo que batimos estos dos ingredientes.
Va a ser velocidad fuerte 12 minutos o 14, dependiendo de la batidora.
Si lo tenéis menos no montarán bien y el bizcocho se bajará.
Ya han pasado en mi caso los doce minutos y han triplicado su volumen.
Ahora tamizamos en el blog la harina, el cacao y la sal.
Una vez tamizada con una espátula mezclamos con movimientos envolventes, no queremos que se nos baje la mezcla de los huevos y el azúcar.
Con cuidado, que quede todo bien mezclado.
Una vez hecha la masa untamos el molde con mantequilla y lo enharinamos para que no se nos pegue el bizcocho.
Echamos la masa y le damos unos golpes sobre la mesa de trabajo para que no queden burbujas en el bizcocho.
Introducimos el molde con la masa en el horno y lo tenemos de entre media hora a 40 minutos.
Lo mejor y dependiendo del tipo de horno nos hará falta más o menos tiempo.
A partir de los 25 minutos que ya habrá subido el bizcocho y sin abrir mucho tiempo el horno ni demasiado la puerta lo pinchamos y vemos si sale limpio, en cuanto salga sin rastro de masa lo tenemos hecho y podremos sacarlo y que enfríe.
Una vez frío el bizcocho lo partimos en dos o tres como en mi caso pero la parte de arriba del bizcocho no la he puesto porque estaba bastante irregular.
Esa para la cocinera.
Empapamos con el almíbar la primera capa del bizcocho.
le ponemos una capa de la nata montada, no tenía bolsas de manga pastelera pero bueno, así en plan irregular.
le ponemos unas cerezas de las que hemos deshuesado por encima.
Empapamos la otra capa de bizcocho y lo ponemos encima de las cerezas y la nata.
Y acabamos de cubrir con una capa de la nata montada.
También he cubierto las paredes de la tarta.
He rallado un poco de chocolate y lo he puesto espolvoreado por encima de la nata.
Al final he adornado con las cerezas que han quedado con el rabito por encima de la tarta con con las que han sobrado sin hueso alrededor de el.
La dejamos en la nevera hasta la hora de servir, el pastel cogerá cuerpo y sabor.
Este pastel también se puede hacer con guindas o cerezas en almíbar así no hay que hacer el paso de las cerezas, solo con añadir un poco de kirsch u otro licor si lo creéis oportuno y dejar que se caliente unos minutos y listo.
Este es el corte de la tarta que os aseguro que estaba riquísima.
Para ver las recetas de mis compañeras solo tenéis que pinchar en el logo del grupo y os lleva directos a sus propuestas.
¡Bueno, bueno, bueno....esta tarta con esa pinta es, es, es riquísima... me encanta! Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, ha quedado un poco irregular pero riquísima, eso sí. Besotes
ResponderEliminarque rico tesoro tenías, yo deseando que salgan las primeras de esta temporada, aunque de momento disfrutemos con las flores jejejej Una tarta deliciosa, todo un desafío superdo, feliz semana, bss
ResponderEliminarHola guapa, no es necesario que lo asegures, ya se ve por si sola en la imagen. Seguro que estaba tremenda, con esas cerezas bañadas en kirsh. Me ha encantado. Besos.
ResponderEliminarQue rica tiene que estar esta tarta :) Yo me pido un trocito para el desayuno. Un beso
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