Si me habéis leído alguna vez sabéis que me gustan los postres a poder ser sin natas, no me sientan muy bien y si esos postres tienen una de mis frutas preferidas como la naranja y le añadimos el queso tan necesario a cualquier edad hemos dado con un dulce ideal tanto para un desayuno, como para una sobremesa o merienda.
Estos tipos de tartas son tan fáciles que son ideales para los principiantes o para esos días que queremos algo dulce y no hay mucho tiempo para postres elaborados.
INGREDIENTES:
- La ralladura de una naranja.
- El zumo de una naranja.
- 5 huevos.
- 125 gramos de azúcar.( No me gusta muy dulce)
- Media cucharada de café de extracto de vainilla(optativo)
- 400 gramos de queso de untar, tipo Philadelphia.
- 20 gramos de azúcar glas.
- Un poco de mantequilla.
- Molde redondo de 18 cm desmoldable de paredes altas.
- Papel parafinado.
ELABORACIÓN:
Precalentar el horno a 170 grados.
Poner papel parafinado en la base del molde, colocar el circulo de las paredes y cerrarlo. Untar de mantequilla tanto el fondo como las paredes del molde.
Batir en un bol los huevos con el azúcar, el extracto de vainilla y la ralladura de naranja.
Añadir el queso y el zumo de naranja.
Batir bien hasta que el queso quede integrado en la mezcla.
Verter en el molde y meter al horno durante 45 minutos.
El tiempo dependerá del horno y del molde, si es más grande del indicado la tarta será más fina y necesitará menos tiempo o si los hacemos individuales.
La tarta como vemos en la foto sube mucho, pero como casi todo lo que sube, baja, no preocuparos por ello, es normal que se quede casi del mismo tamaño que cuando la metimos al horno.
No obstante la mejor forma de saber si está cocinado es pinchándolo sobre todo en el centro con una brocheta de madera, si sale limpia nos indicará que esta hecho.
Espolvorear con azúcar glas por encima una vez fría.

Las tartas de queso son húmedas, no esperar que sea como un bizcocho seco, eso es parte de su encanto.
En cuanto al sabor, si os apetece echarle cualquier otro tipo de fruta, perfecto, ponerle la que más os guste o la que esté de temporada, mucho mejor que añadirle sabores que no sean naturales.