viernes, 28 de julio de 2017

Coliflor en vinagre, encurtidos.


Preparar conservas caseras es sencillo y rápido.
Las podemos elaborar no solo con olivas, también con distintas verduras.

Ya os puse una vez como hago las tápenas o alcaparras y sus tallos, os dejo el enlace AQUÍ para que no tengáis que buscarlo.

Para hacer un encurtido la verdura ha de estar muy fresca, no la tengáis días en el frigo porque pierde tersura y eso hace que luego no quede bien.
El vinagre que usemos ha de ser de calidad, como no es un producto caro escoger un buen vinagre de vino blanco.

Os cuento como la he hecho.

Lo primero es hacer una salmuera para que la coliflor pierda parte de su agua y esto ayude a su conservación. Además cogerá la verdura la sal que necesite y la dejará tersa hasta que la consumamos da igual el tiempo que pase que ya os digo yo que será poco en cuanto abráis el bote.

Los botes para envasar la coliflor o cualquier verdura han de ser de cristal, a mi me gusta mucho más que otro tipo como la porcelana o el acero inoxidable porque me permite ver lo que hay dentro, son económicos ya que nos sirve cualquier bote de los que compremos como por ejemplo mayonesa .
Lo importante es reutilizar lo que ya tenemos.
También deben estar bien limpios y esterilizados, esto lo haremos hirviendolos en agua por unos minutos y dejando que sequen encima de un paño.

Vamos con la receta:

Salmuera: 
  • Medio kilo de coliflor limpia y partida en ramitos, así la ordenaremos  mejor en los botes.
  • 60 gramos de sal.
  • Unos 80 ml de agua fria.

En un bol echamos el agua y disolvemos la sal. Echamos la coliflor, tapamos con film transparente dejándola  en la nevera toda la noche o 24 horas.



Para hacer el encurtido mezclamos.

  • 300 ml de vinagre de vino blanco de calidad.
  • 8 bolas de pimienta negra.
  • 2 hojas pequeñas de laurel.
  • 2 clavos de olor
  • dos o tres ramitas pequeñas de hinojo ( optarivo)
  • azúcar al gusto, mejor un poquito, media cucharada por tarro, pero mejor es probar la  mezcla y corregir a nuestro gusto.
Para elaborarlo calentamos en un cazo el vinagre ligeramente.
Apagamos el fuego y echamos el resto de ingredientes dejando que maceren y que enfríen.
Sacamos la coliflor de la nevera, escurrimos y ordenamos en los tarros bien limpios.


Llenamos los tarros casi del todo.
Rellenamos con la mezcla de vinagre y especias hasta que  cubra por completo la coliflor.
Le damos unos golpecitos a los botes contra la encimera para que salga cualquier burbuja de aire.



Una cosa que yo hago ya que no quiero que el vinagre toque la tapa metálica es poner papel film en primer lugar y luego ya cerrar con la tapadera.
Ya lo tenemos listo para guardar en un lugar fresco, en una alacena donde no de el sol o fuente de calor o en una bandeja del frigorífico.




Lo dejaremos como mínimo una semana antes de consumirlo, yo lo suelo tener más sobre tres semanas.

Si so gusta que el sabor del vinagre no sea muy fuerte, cuando pasen cuatro o cinco días cambiáis la cantidad del vinagre del tarro, le quitáis una parte y lo acabáis de llenar de agua, aprovechando para probar la coliflor por si hace falta añadir algo más de azúcar, o sal o pimienta.
Volvemos a cerrar el tarro y metemos en la nevera hasta que pasen dos o tres días más, es ir probando hasta que esté a nuestro gusto.



Ya solo queda abrir y disfrutar.

Otra vinagreta estupenda es añadir a la anterior las especias que encontramos en el interior de un bote de pepinillos en vinagre o agridulces, así los aprovechamos, lo importante es reutilizar lo que tenemos.

O hacerlo nosotros mismos con estos ingredientes: El sabor será más intenso que si aprovechamos el del bote.
  • Un poco de pimiento rojo muy picada, 
  • Unos palitos pequeños de hinojo, 
  • Un cachito de cebolla blanca muy picada ( poco).
  • Unas bolitas de mostaza en grano que ya encontramos en las grandes superficies. 

Si le queréis dar un punto agridulce añadir 
  • media cucharada de café de azúcar por bote si es un bote de unos 250ml o 300 ml, si es más grande añadir un poco más, pero sin pasarse.

Cerramos como antes el bote y agitamos para que todo se mezcle y dejamos guardadito que hagan las especias su magia.




Ya veis lo tiesa que está la coliflor y esta ya llevaba un mes en el bote.

La podemos usar como un ingrediente más en una ensalada, con pescado o carne a la plancha o simplemente para comerla sola, está riquísima.

¿Cómo ha hacéis vosotros?
¿Tenéis algún truquito?

Os dejo el enlace para hacer los pepinos en vinagre Aquí.




jueves, 20 de julio de 2017

Paparajotes.



























Los paparajotes son hojas de limonero, bien limpitas, embadurnadas por una masa ni líquida ni espesa de harina, leche y huevos. Fritos y pasados aún calientes  por mezcla de  azúcar y canela.
No vas a poder comer solo uno, te lo aseguro.

Este es un dulce que solía hacer con mi tía Teresa.
Muchas tardes en  verano cogíamos las mejores hojas de algún limonero del jardín para hacer este postre.
Más que para después de comer eran para la merienda. Como me gustaba cocinar a su lado, bueno, cocinar no, meter la mano en la masa, mezclar el azúcar con la canela para luego pasarlos por ella .
 Siempre me decía riendo que no comiese más porque mi tío también quería probarlos.
Me he criado entre  dos casas, la de mis tíos y la de mis padres
Mi madre, mi abuela y mis tíos eran de la Vega Baja y como en Murcia es un dulce típico de allí.

Si es fácil de hacer más divertido es comerlos, ya que se muerde la masa mientras se estira del rabito de la hoja del limonero. 

Esta receta pertenece al calendario de Expert del año 2017, del mes de Marzo.
He colaborado cocinando y emplatando. La foto es de David Santacruz Fontecha, amigo y gran fotógrafo.

Y como estamos en Julio, mes que en Desafío en la cocina casi todo el mundo está de vacaciones, las que nos quedamos podemos ganarnos algún comodín con alguna receta de un desafío anterior que no hayamos publicado.


Este mes de Julio toca receta dulce y el mes que viene, en Agosto receta salada.

Esta es la mía y os digo como elaborarla.

Ingredientes:
  • 15 ó 20 hojas de limonero, con su rabito y bien limpias. Escogerlas bonitas, sin manchas.
  • 500 gramos de harina
  • 500 ml de leche.
  • 100 gramos de azúcar, esto es un poco a gustos.
  • 3 huevos medianos.
  • Un sobre de levadura de repostería.
  • Ralladura de un limón.
  • Aceite para freír.
  • Azúcar y canela para rebozar los paparajotes una vez terminados.


Lavamos y secamos las hojas de limonero.

Truco de mi tía Teresa:
Calentar la leche con unas cáscaras de limón y un palito de canela. Dejar enfríar y una vez frío colar.
Con esta leche haremos la masa de los paparajotes.

En un bol batimos los huevos,  el azúcar, la ralladura de limón y la levadura.
Vamos añadiendo la leche y seguimos mezclando.
Añadimos la harina a pocos y vamos batiendo para que no hagamos grumos  hasta que tengamos una consistencia de papilla, ni muy líquida ni muy espesa.
La masa tiene que quedar consistente, para que al mojar la hoja, se adhiera la masa a ella por las dos caras sin llegar al rabito.

Tenemos el aceite preparado caliente y vamos mojando las hojas en la masa y echándolas en el aceite con cuidado hasta que se doren por un lado y dándoles la vuelta para que se doren por el otro.
Sacamos y dejamos escurrir en un plato con papel de cocina para que no se queden aceitosas.
Aún calientes se pasan por una mezcla de azúcar y canela, esto les da el toque definitivo de sabor y de vistosidad.

Esto lo repetiremos tantas veces como hojas hayan.

Trucos:
Es mejor no echar muchas hojas a la vez en el aceite para que podamos darles la vuelta con facilidad.
El aceite no ha de estar muy caliente para que no se requeme, lo justo para que frían bien.
Si es necesario con un colador pequeño se va retirando los restos de masa que quedan por el aceite entre una fritura y otra.

Si hacéis muchas y os sobran , frías están riquísimas también, la masa pierde un poco de crujiente pero en mi casa nos peleábamos por ellas.

Ahora que están los niños en casa y los no tan niños, es el momento ideal para preparar esta receta.
Si es solo para mayores le podéis añadir a la masa un poco de licor, anís, licor de naranja o el que más os guste.

Espero que este verano loco nos deje respirar a los que estamos pasando tanto calor y a los que tenéis un tiempo más revuelto os deje disfrutar un poco del sol .






viernes, 14 de julio de 2017

Mermelada de albaricoques.



Ya ha llegado el veranito y con el toda la fruta rica del mundo mundial.
Entre ellas los albaricoques.
Me vuelve loca esta fruta, una de mis preferidas y hacer cualquier postre con ellos es muy fácil y rápido.
En este caso  una riquísima mermelada.

La temporada de los albaricoques va de Abril que ya empezamos a encontrarlos hasta casi Septiembre. Pero en pleno verano de Junio a Agosto estan en pleno apogeo.
Aprovechad estos meses que los encontramos a buen precio y maduros con todo su sabor.
Muchas veces, parecen miel y esos son los buenos.
Si veis en algún puesto baratos porque están a punto de pasarse, comprarlos para mermelada, ya me contaréis.



Para los que no hayáis hecho mermelada casera , hacedla con esta fruta, o con fresas, es  fácil, relajante y sobre todo riquísimas.

Para hacerla uso muy poca azúcar, suelen estar dulces y no le hace falta añadirles más.
Eso no quiere decir que no le pongáis más, hay personas que suelen poner por kilo de fruta 750 gramos de azúcar.
Yo os aconsejo que os vayáis acostumbrando a tomar el menos azúcar posible.
En otra entrada os hablaré de la panela, ya se va encontrando en supermercados de barrio y en grandes superficies y es mucho más sana y natural que el azúcar.

Os comento las cantidades que suelo  poner yo por kilo de fruta, pero claro esto es según lo golosos que seaís.

INGREDIENTES:

  • Por cada kilo de albaricoques sin hueso.
  • 350 gramos de azúcar
  • El zumo de medio limón.




ELABORACIÓN:

Lo primero es lavar muy bien la fruta bajo el chorro del agua.
Partimos y quitamos la semilla o el hueso que salen sin dificultad.
Algunas personas los pelan, yo no lo hago, de verdad, no se nota al hacer la mermelada.
Es una piel fina que no molesta en absoluto.


Una vez que la tenemos partida, le añadimos el zumo de limón y removemos para que le llegue a toda la fruta.
De esta manera no se oxidará y conservará su precioso color.

A  continuación echamos  el azúcar, por encima y mezclamos de nuevo con una cuchara de madera.
Tapamos con un papel film el bol y dejamos macerar  por lo menos una hora o toda la noche en la nevera.



Pasadas unas horas vemos como ha soltado jugo la fruta. Dan ganas de comerla así mismo, pero vamos con ella a la olla.




Volcamos todo el contenido del bol en la olla y encendemos el fuego, tiene que empezar a hervir.

No os preocupéis si sale espumita, es normal.

Conforme hierva, bajamos un poco el fuego, dejamos que la fruta se vaya ablandando.

Si queremos sacar un poco del jugo que ha soltado este es el momento, tendremos un almibar para empapar bizcochos riquísimo.

Seguimos a fuego bajo, removiendo de vez en cuando durante media hora o 40 minutos, eso depende de como nos guste, se ira evaporando el jugo y se hará más espesa.



Yo no la tengo tanto, con media hora es suficiente o incluso un poco menos .
Es una fruta que se deshace enseguida y cuando más hierva , más propiedades le quitamos.

Separamos del fuego y trituramos con una batidora si no queremos ver algún trocito, pero fijáos lo suave y lo delicada que se ve.

Si queréis hacer cantidad, hay que guardarla en botes esterilizados y  rellenarlos con la mermelada.
Cerramos y le hacemos el vacio metiendolos dentro de una olla llena de agua, meted en el fondo un paño y sobre el los tarros.
Los dejamos hervir durante media hora, sacamos y enfriamos antes de guardar en un armario de la cocina.























Como muchas elaboraciónes en cocina tardamos más en explicarlas que en hacerlas.
Aprovechad la fruta tan maravillosa que hay y conservarla para cuando ya no la tengamos.

Cualquier duda, consejo o si queréis contad algún truquito no dudéis en dejar un comentario.

En la cocina aprendemos unos de otros y seguro que siempre hay alguien que nos da alguna sugerencia que nos viene de maravilla.


viernes, 7 de julio de 2017

Quiche de calabacin y tomate.


Si hay algo que se hace rápido y es super fácil son las QUICHES.
Las podemos rellenar de lo que nos guste o tengamos en la nevera, se adaptan a cualquier gusto y bolsillo.
Las podemos comer en el campo, en la playa, en la oficina o por la calle , si es que vamos, que nos solucionan más de una comida, cena o merienda.
Esta la he hecho con lo que tenía en la nevera.

INGREDIENTES:
  • Una cebolla picada.
  • Medio calabacín partido en rodajas.
  • Dos  o tres tomates a rodajas.
  • 100 gramos de jamón de York o dulce ( lo  podéis sustituir por bacon, panceta, serrano, lo que tengáis a mano)
  • Tres huevos.
  • 300 ml de leche evaporada. (últimamente huyo de las natas)
  • Dos cucharadas soperas rasas de aceite de oliva o mantequilla.
  • 100 gramos de queso rallado.
  • Una lámina de masa quebrada. ( En este caso comprada del super)
  • Sal y pimienta negra molida.
ELABORACIÓN:

Lo primero es hornear la masa quebrada.
Precalentamos el horno a 180 grados.
La sacamos del envoltorio, con su papel y todo la disponemos en el molde, acoplándola a las paredes con los dedos.
Hay que dejarla un poco más alta que las paredes del molde porque encoge al hornearla.ç
Fijaos en el tamaño de la masa para escoger el molde adecuado.



Pinchamos con un tenedor la pasta para que no hinche y ponemos otro papel de hornear encima y sobre este otro molde para que haga peso, o garbanzos que tendremos solo para esto o venden unas bolas de cerámica para tal uso. Yo no tengo esas bolas y en este momento tampoco  garbanzos, así que puse un molde casi del mismo tamaño que el de abajo .



Horneamos a 180º durante 15- 20 minutos. Se me paso un poco el tiempo y se me tostó demasiado, pero bueno.
Veis como ha encogido un poco la masa?
Da igual, está igual de buena.


Vamos a por el relleno.
En una sartén con una cucharada de aceite o un poco de mantequilla pochamos la cebolla con sal y pimienta.
Si en vez de jamón de york le queréis poner bacon es el momento, así se dorará a la vez.
Mientras se dora, separamos a un lado de la sartén y en la otra mitad doramos los calabacines ( echarle también un poco de sal y pimienta).

Picamos el jamón de york.



En un bol batimos los huevos, añadimos la leche evaporada, el frito de cebolla, el jamón de york picado y el queso rallado si os gusta con un poco más de sal y pimienta.
Mejor id probando para que no nos pasemos con la sal.



Echamos esta mezcla a la masa quebrada que ya tenemos horneada.

Disponemos encima de ella el calabacín, que quede bien repartido.





Partimos los tomates a rodajas y los repartimos también sobre el relleno, que queden intercalados con el calabacín..



Introducimos en el horno que seguimos teniendo precalentado a 180 grados y horneamos hasta que cuaje.
Sabremos que está hecho cuando al meter un palillo en el relleno este sale seco.
Meterlo hacía el centro de la quiche, es lo que más tarda en cuajar.
Sobre 15 ó 20 minutos suele ser suficiente, pero mejor hacer la prueba del palillo, es infalible.




Ya veis , dorada y divina.



Os va a sacar de más de un apuro y hasta para una ocasión especial, rellenandolas con salmón, gambas, espárragos...etc..o haciéndolas con tamaño individual.

¿Os apetece un trocito?

martes, 4 de julio de 2017

Ensalada de frutas de verano y ventresca de bonito.




En verano lo que apetece son platos fresquitos, rápidos, llenos de sabor y vitaminas.
Las ensaladas reunen todas esas cualidades aparte de llenar nuestra mesa de color y vistosidad.
Esta es una de ellas, con frutas de temporada y  otros ingredientes que le aportan distintas texturas  pero ante todo llega a ser una comida completa gracias al queso, los frutos secos y el atún.

La receta y la foto la habréis visto en el calendario Exert del año 2015, esta en concreto pertenece al mes de Julio.
Os cuento como la he elaborado.
Para ver esta y el resto de recetas clikar AQUÍ.

Estos son los INGREDIENTES:

Ingredientes para cuatro personas. ( algunos ingredientes no tienen cantidades, lo dejamos a vuestra elección. Las frutas se pueden cambiar por otras, según encontremos y nuestros gustos.)

  • 8 tajadas de melón muy finas ( así le podremos dar forma y volumen en el plato)
  • 8 hiigos o brevas ( brevas en el mes de Junio e higos a finales del mes de agosto y septiembre)
  • 12 fresas.
  • 12 cerezas
  • Dos aguacates maduros.
  • Zumo de medio limón.
  • 16 nueces.
  • Queso fresco.
  • Ventresca de bonito en aceite.
  • Lechugas variadas o brotes.
  • 12 tomates cherry 
Vinagreta de higos:
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre balsámico.
  • la pulpa de medio higo o breva.
  • Sal y pimienta molida.

Para hacer la vinagreta echamos a un bol sus ingredientes: El aceite de oliva virgen extra, el vinagre balsámico, la pulpa del higo o la breva, la sal y la pimienta molida a nuestro gusto.
Batimos con un tenedor hasta que los sabores se mezclen y reservamos.

Pelamos y partimos el aguacate y lo rociamos con un poco del jugo del limón para que no ennegrezca.
Para el resto de ingredientes podemos echarlos todos a un bol o bien disponerlos en el plato para darle un emplatado más vistoso.
Echamos las lechugas los tomates partidos, el aguacate, el atún, el queso fresco partido, las láminas de melón y los frutos secos en el bol. 
Incorporamos la mitad de la vinagreta y mezclamos suavemente.
Repartimos sobre los platos y añadimos las frutas lavadas y partidos los higos. 
Repartimos sobre la ensalada el resto de la vinagreta.


Ya véis, es una ensalada perfecta tanto para comer sola como para acompañar a un pescado o una carne a la plancha o barbacoa.


Feliz verano.


Galletas de avena, aceite y chocolate.

Estas galletas son muy rápidas y fáciles de elaborar, No necesitan amasado, solo mezclar bien sus ingredientes, dejar reposar en la nevera p...